8 de enero de 2009

"Revolutionary Road", drama sobre vidas vacías desesperanzadas


2009 viene cargadito de películas. Pero odio que todos los años sea la misma historia: cuatro o cinco películas que pelean por el Oscar, estrenadas todas ellas en unas pocas semanas. Me fastidia que insulten a la memoria del espectador, porque parece que sólo las películas que se estrenan por estas fechas son las realmente buenas. Aunque eso sí, ha habido pocas.

Hoy vamos a hablar de Sam Mendes y su nueva película, "Revolutionary Road". Autor de grandes películas como "American Beauty" o "Camino a la perdición", Sam Mendes es uno de los directores en activo mejor valorados. Debutó con esa hermosa crítica a la sociedad norteamericana que fue "American Beauty", y asombró a todos con "Camino a la perdición".

Ahora, vuelve a tierra, a las calles de los EEUU en los años 50, época de bonanza económica para ese país que comenzaba a encaramarse al trono de la hegemonía mundial. En esta película, Mendes relata la historia de dos jóvenes (Leonardo di Caprio y Kate Winslet), que atrapados en su desesperanzado vacío ven pasar sus vidas, sus sueños y sus aspiraciones. Dos hijos, el trabajo aburrido de él, una casa grande y hermosa, un amor que se apaga y una mujer que ve pasar sus metas por el cristal de la ventana de una cocina hacen de su relación un puerto duro de montaña.

Un drama duro. De esos que te encoge en muchos momentos. De aquellos que constantemente formulan preguntas al espectador acerca de la vida: ¿Qué queremos hacer? ¿Lo conseguimos? ¿Qué queremos? La necesidad por sentirse vivos en la realidad, por no aburrirse en la rutina. Tarea difícil, tanto en los años 50, como en la actualidad.

Y de nuevo, suenan los tambores de las nominaciones, pero... no deberían hacerlo muy fuerte. Es un buen drama, sin duda, pero quizás algo difuso en el mensaje que el director quería mandar. No me ha quedado muy claro qué es lo que nos quiere decir. Hay buenas frases, buenas reflexiones, buenas líneas de guión, pero al final todo queda un poco difuso. Hay piezas, formas de actuar de los personajes que no encajan muy bien, situaciones que me resultan un tanto irreales. La pregunta de qué quería decirnos Mendes queda un poco en el aire. Y lo poco que se ve, quizás resulte algo desesperanzador.


Pero la historia, como suele suceder, funciona esencialmente por su pareja de actores: Winslet y Di Caprio. Él, cada día me gusta más. Le cogí algo de tirria allá por el estreno de "Titanic" y esa extraña fama que cogió de niño guapo. Pero con el tiempo ha demostrado ser uno de esos actores que no escogen sus papeles al azar. Que lo piensa, medita, y si le parece un buen guión lo acepta. Y eso dice mucho de él, y así se demuestra. Hace unos años se hablaba de que Di Caprio podría haber madurado cinematográficamente. Hoy, se da por hecho. Es un actor como la copa de un pino. En esta película, increíble en las escenas con mayor carga dramática, con los ojos llorosos e inyectados en sangre. Increíble.

A su lado, Kate Winslet, su mujer en la película (de Mendes en la realidad), cuyo personaje es una figura de emociones tallada al detalle. Está contagiada por las ganas y la pasión que quiso darle a su personaje. No le dieron el guión, se lo aprendió y se limitó a hacerlo. No, se nota que Winslet lo dio todo. Y así, como Di Caprio es un gran actor, lo mismo podríamos decir de Winslet, que en esta ocasión me recuerda mucho a aquella chica de "¡Olvídate de mí!", físicamente hablando.

En la banda sonora, como no podía ser de otra manera, el hombre que acompaña a Sam Mendes en todas y cada una de sus películas: Thomas Newman. Compositor que podría estar nominado por esta buena banda sonora, tiene importantes papeletas por su trabajo en "Wall-E". Aunque, puestos a sacar punta, parece que se fijó demasiado en su aclamado trabajo en "American Beauty" y decidió no innovar mucho: los ritmos y el piano se parecen demasiado.

En definitiva, otra buena película para 2009, de la que oiremos hablar, y mucho. Seguramente demasiado. Inferior a "El desafío: Frost contra Nixon" y un peldaño por debajo de "El intercambio". Aunque, como siempre, para gustos colores.

"Revolutionary Road" llegará a nuestras pantallas el próximo 26 de enero

2 comentarios:

Iñaki Mayora dijo...

A mí también me ha gustado bastante, sobre todo Kate Winslet, asombrosa. La verdad es que es una buena película, pero no la veo como firme candidata a los Oscars.

El orejas dijo...

Bueno la calidad de "American Beauty" recalaba sobre todo en Allan Ball, el guionista, que nos ha dado regalos tan magníficos como "A dos metros bajo tierra"

Cuanto bien hacen las descargas en internet a la cultura aunque el Gobierno piense lo contrario