22 de abril de 2010

"Checkmate", corto del director navarro Moisés Pérez de Albéniz

Solemos hacernos eco en este blog de los jóvenes directores que intentan hacerse un hueco dentro del mundo del cine. Un mundo complicado en el que cada vez parece más difícil entrar y más difícil todavía aún encontrar buenas historias. Los cortos necesitan de eso: narraciones interesantes que atrapen al espectador para seducirlo hasta el final de la historia.

Esto es lo que nos ofrece "Checkmate", un corto escrito y dirigido por el pamplonés de 27 años Moisés Pérez de Albéniz, estudiante de San Cernin que prosiguió sus estudios en la Escuela de Cine y Vídeo de Andoáin. Más tarde, aprendió dirección de cine en la Escuela Tai de Madrid para finalmente irse a la New York Film Academy, de la NYU, ciudad en la que fue rodado este corto.

Admira a Hitchcock, le gusta "Lost in traslation" y se enamoró del cine al ver Parque Jurásico con 9 años. Por el momento, "Checkmate" es su pequeña aportación al cine, además de otros cuatro cortos no disponibles en la red y algún que otro video experimental ("New York Spring Night"). Desde aquí le deseamos suerte para el futuro.


Primera parte:



Segunda parte:



Tercera parte:





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Entrevista en Diario de Navarra

30 de marzo de 2010

'The Pacific': capítulo 3. Camino de la obra maestra


'The Pacific' transcurre ya por el tercer capítulo. Y un apunte. El personaje principal, interpretado por James Badge Dale, tiene similitudes muy cercanas al personaje de McNulty en 'The Wire'. Tanto físicas, como psicológicas: hombre borracho, mujeriego, inteligente y varonil. ¿Si esto es bueno? Es perfecto.

Después de la batalla de Guadalcanal, ha sido el turno de contar qué sucedió en Melbourne (Australia) cuando las tropas estadounidenses desembarcaron allí. Un retrato perfecto del soldado humano, de aquel que tras varias semanas ve de nuevo a una mujer, se emborracha, duerme en una cama o simplemente habla con personas que no van uniformadas. Cada escena presenta un fin, cada plano intenta explicar cómo funcionan los seres humanos. Esta serie está contada con cariño, con sutileza, con tacto. Recordando que el fundamento de las buenas historias está en las pasiones humanas. En aquello que nos mueve. No en los tiros ni en las balas, sino en lo que éstas producen en quienes las disparan y quienes las reciben. Tampoco las guerras tienen vencedores ni vencidos. Los japoneses no son "sucios amarillos". Son soldados que sobre el campo de batalla dejan una caja de recuerdos en cuyo interior hay fotos y cartas. 'The Pacific' es una de esas series que no te puedes perder, pues cada hora es una hora de disfrute y cada minuto es algo maravilloso.

17 de marzo de 2010

Kick-Ass, cómo hacer una buena promoción

El fenómeno Kick-Ass está llegando a límites insospechados. Cuando el argumento se dio a conocer, y muchos no conocíamos el comic, la historia era llamativa, creó expectación. (más aún en un fan de las películas de superhéroes). Hace unas semanas aparecían posters de cada uno de los personajes. Posters normales, similares a los de cualquier otra película de este tipo. Pero esperábamos más...
Entonces apareció el tráiler. Una pandilla de personajillos "normales," sin ningún poder, jugando a ser superhéroes... ¡y encima se lo creen! Eso es lo que se esperaba. Ya quiero verla.


Pero no queda ahí. La promoción va más allá. Esta semana han aparecido tres nuevos (y originales) posters de esta comedia que seguramente romperá el molde de las películas de superhéroes: no hay poderes, están flipadillos, niños políticamente incorrectos, disfraces que dan vergüenza ajena, comedia... son alicientes que llevarána más de uno a las salas a pasar un buen rato. A España no llega hasta junio, pero desde abril empezaremos a conocer qué opina la crítica estadounidense (siempre hay tiempo para las sorpresas). Creo que será una película que merecerá la pena... si no, siempre estarán estos maravillosos posters recreando propaganda estadounidense de la II Guerra Mundial. Así sí se promociona una película.


Fuente | Impawards

15 de marzo de 2010

Nuestro sofá, en aguas del Pacífico


Las dos guerras mundiales de principios del siglo XX significaron un punto de inflexión para la visión que el ser humano tenía de sí mismo. Las atrocidades cometidas en los períodos que van de 1914 a 1945 marcaron el devenir de la expresión artística en los años posteriores. Grandes desembarcos en las playas de Normandía, autoritarismos totalitarios y campos de concentración resultaron ser asuntos tan dramáticos que albergaban historias inagotables.

Esta noche llega a nuestras pantallas ‘The Pacific’, serie producida por Steven Spielberg y Tom Hanks que intentará arrojar un nuevo punto de vista a este asunto tantas veces tratado. De esta unión cabe esperar lo mejor, ya que los precedentes invitan a ser optimistas. La pareja Spielberg-Hanks debutó en 1998 con ‘Salvar al soldado Ryan’, con el primero como director y el segundo como actor protagonista, en un éxito de taquilla y cinco Oscar. Su recreación del desembarco de Normandía se recordará por su minuciosidad en los detalles, la fidelidad histórica y, sobre todo, por su punto de vista en primera persona en la primera media hora. Una película sobre el drama de una madre tras la pérdida de un hijo.

Como la fórmula funcionó, Spielberg propuso a Hanks volver a unirse para producir la serie ‘Hermanos de sangre’. Una historia de 10 capítulos que nos enrola dentro de un batallón americano del regimiento 506 de paracaidistas durante la II Guerra Mundial, en el camino que va desde Normandía hasta la puerta del “Nido del Águila” de Hitler. En esta ocasión, el testimonio coral cuenta, basándose en entrevistas a supervivientes, recuerdos de periodistas y cartas de soldados, el miedo y el desconcierto de un batallón que apuesta su vida a la decisión de unos líderes a los que no conocen. ‘Hermanos de sangre’ logró 19 nominaciones a los premios Emmy, de los que ganó 6.

Esta vez, los grandes degustadores de buen cine (pues así debe considerarse a este tipo de series) vuelven a estar invitados a un nuevo enlace matrimonial temporal entre Hanks y Spielberg, al que también se han sumado otras caras conocidas como Gary Goetzman (productor ejecutivo) y los directores y buques insignia de la HBO, Tim Van Patten (‘Los Soprano’), Tony To (‘Hermanos de Sangre’), Carl Franklin (‘Roma’), Jeremy Podeswa (‘A dos metros bajo tierra’) y Graham Yost (‘De la tierra a la luna’), que supervisaron los escenarios recreados al detalle en Australia.

‘The Pacific’ cuenta la historia real entrelazada de tres marines norteamericanos, Robert Leckie (James Badge Dale), Eugene Sledge (Joe Mazzello) y John Basilone (Jon Seda), tres de los muchos jóvenes que se alistaron en la marina tras el ataque de Pearl Harbor y que partieron rumbo hacia las aguas del Pacífico, uno de los lugares más recónditos, éxoticos y salvajes del planeta. Podremos ver así cómo los soldados lucharon contra los japoneses en Guadalcanal, cómo atravesaron los bosques tropicales de Cabo Gloucester, cómo vivieron el terror en las sangrientas arenas de Iwo Jima y se introdujeron en el horror de Okinawa, el mayor asalto por mar en la batalla del Pacífico. Un nuevo punto de vista dentro de esta fructífera pareja que intentará arrojar algo de luz a ese gran desconcierto que supuso la Segunda Guerra Mundial para el ser humano.


*'The Pacific' se estrena hoy a las 22:45 en Canal +

*Actualización: Tras ver el primer capítulo de 'The Pacific', muy buenas sensaciones que nos hacen esperar otra gran miniserie de la HBO. No os la perdáis.

Up in the air, volando alto, muy alto


Si algo no me gustó de la ceremonia de los Oscars es que pasasen por alto una de las mejores películas de este año: Up in the air. Aunque a los ojos de cualquiera puede parecer una siemple comedia romántica a la americana, en realidad, es una pequeña joya del director Jaron Reitman: una sutil fusión entre comedia y drama que lanza al espectador al aire y le hace ver lo difícil que es para muchos mantenerse en tierra en días como los que vivimos.

Una historia sobre un viaje, el de un trabajador que cree tener las ideas claras, pero que verá como, entre aduana y aduana, todo en lo que creía queda diluido por los estrictos controles de seguridad que tiene la vida. No intentes cerrarte en banda ante cualquier sentimiento, acabará provocándote mucho daño. Esto es lo que le sucede al protagonista, encarnado por Clooney.

Reitman consigue una película sencilla e inteligente, cargada de acidez y unas actuaciones memorables. En los último años, Reitman se ha convertido casi en una marca de éxito, desde Gracias por Fumar o Juno. Nos hace reir de una situación que no da tanta risa, la crisis, pero lo consigue gracias a ese guión tan bien estructurado, aunque no del todo fiel a la novela original, de Walter Kirn, en la que el protagonista tiene cáncer.


De todas formas hay una pregunta que muchos os haréis al ver la película: ¿Quién acepta que le despida un desconocido? Da igual, si es George Clooney, para muchos es suficiente.

Tres personajes construyen la historia, encarnados por Clooney, Farmiga y Kendrick.
George Clooney, através de una soberbia actuación, nos presenta a un hombre asocial que se encarga de viajar de un lado a otro despidiendo a los empleados de las empresas que le contratan. Encantador, guaperas y cariñoso, acabas cogiéndole cariño a este personaje que en realidad es un pequeño tiburón que se zampa a los pobres desempleados con su sonrisa. De hotel en hotel, recopilando todo tipo de descuentos y con el fin de consiguir las 10.000 millas en avión, este hombre sin corazón aparente consigue enamorar a cualquiera de los espectadores, metiéndonos en su pequeña maleta, haciéndonos partícipes de su vida.

Junto a él, Vera Farmiga. Fría y calculadora, pero a la vez hermosa. Esta mujer consigue robar el corazón de Clooney gracias a su mirada y un puñado de tarjetas de descuentos que a más de uno nos encantaría tener. Y esa es una de las mejores escenas. ¿Cómo pueden disfrutar dos personas enseñándose las tarjetas de clubes y descuentos que poseen? Te paras a pensar y parece una estupidez, pero al verlo, disfrutas de esa conversación y deseas que alguno de los dos tengan mayores ventajas (yo me decanto por Farmiga).


Sin embargo, el foco de atención se centra en la recién llegada Anna Kendrick (no contamos la saga de Crepúsculo, su papel secundario es mejor olvidarlo). Esta joven consigue ser repelente al principio, escondiendo su corazón, dando bombo al poder de la informatica, atemorizando a Clooney con la destrucción de su vida... pero pronto se da cuenta que no todo puede decirse en 2.0. Nos llega a conmover su deseo de seguir adelante cuando se ha caído todo por lo que apostaba. Se da cuenta de que la vida es algo más que un complejo sistema operativo en el que los sentimientos y la forma de transmitirlos son una parte esencial en la vida de cada uno.

Otro de los puntos fuertes de la película es la música, que consigue meterte de lleno en la historia sin que te des cuenta. Si lugar a dudas, la mejor canción, la de los créditos del principio.

El final sorprende, no el cambio de Clooney, que desde el principio de la película puede predecirse, sino cómo transcurre la historia, cómo consigue el director que cojas ese especial cariño por unos personajes que en realidad se merecen una buena paliza. Un trío formidable, difícil de olvidar, que demuestran que, al final, siempre hay algo de humanidad en cada uno.

Aquí os dejo el tráiler en inglés, con subtítulos. Es un sacrilegio doblar las voces de los protagonistas, la versión en inglés es mucho mejor. Os hago un favor.



9 de marzo de 2010

El prestigio de los Oscar sobrevive

Fuente| Foto tomada por Mark J. Terrill para Associated Press

La Academia se jugaba ayer el prestigio perdido en las últimas ediciones. El Globo de Oro a mejor película y dirección concedido a ‘Avatar’ sentaba un peligroso precedente: premiar el exitazo de taquilla antes que las buenas historias. Tampoco quedaban muchas más alternativas: ‘Avatar’, ‘En tierra hostil’ o ‘Malditos Bastardos’. Quinielas en las que no entraban otros nominados como ‘Un tipo serio’ o ‘Up’, historias mejores construidas que intentaban ir un poco más allá.

James Cameron salió derrotado y, bajo el brazo, tres Oscar a mejor fotografía, efectos visuales, dirección artística y un talón de 2.200 millones de dólares recaudados en taquilla anteriores a la ceremonia. Extraordinario premio para la supervivencia de unas productoras que ven con buenos ojos la idea de que ‘Avatar’ sea una trilogía. Pero a buen seguro que a Cameron no le gustó mucho no ver a su película entre las grandes triunfadoras de la noche. Si esperaba algo parecido a lo que sucedió con ‘Titanic’ y sus once Oscar, se equivocaba. ‘Titanic’ relataba una gran historia, ‘Avatar’ no.

El vacío de poder dejado por Cameron lo aprovechó Kathryn Bigelow con su interesante película ‘En tierra hostil’, que se alzó con la estatuilla dorada de mejor película, director y guión. Un filme vibrante y sanguíneo que explora los recursos de la tensión narrativa audiovisual. A destacar, el estremecedor monólogo del artificiero protagonista y su hijo y la sugestiva sonrisa final al son de las guitarras eléctricas. Una sonrisa macabra difícilmente empática que deja en el aire el verdadero mensaje de la directora.

En el apartado de mejores interpretaciones, el actor de rostro desértico y arenoso que estremece en ‘Corazón rebelde’, Jeff Bridges (alias Lebowski), se subió al escenario para recoger el premio a mejor actuación masculina con el mismo atrevimiento que su cantante country de bolera fracasado. La Academia premia así la carrera de un interprete todoterreno que en los últimos años se había visto obligado a prostituirse cinematográficamente dada la escasez de papeles atractivos. En el apartado femenino, también llegó la redención de Sandra Bullock, una actriz que como Bridges ha tenido que luchar en todas las arenas posibles. Esta vez, con ‘The blind side’, ha demostrado que también puede rendir a un gran nivel en las historias dramáticas.



En la sección de actores secundarios,Christopher Waltz se llevó la estatuilla más merecida de la noche. Su interpretación del comandante nazi en la película de Tarantino, ‘Malditos bastardos’, ha quedado ya marcada para la historia. La educada falsedad de su personaje y la maldad contenida que desprenden todos sus gestos es una lección magistral de cine en cada escena. En el apartado femenino, tampoco hubo muchas sorpresas. Nuestra querida Pé se vio sin premio debido a la gran actuación de Mo’Nique en ‘Precious’.

Como mejor película extranjera, ‘El secreto de sus ojos’ completó el pastel de premios, crítica y taquilla cosechado hasta la fecha con el broche del Goya y la guinda del Oscar. Un Oscar que premia a una de esas películas que producen la agradable sensación de haber visto puro cine y que todo el mundo recomienda sobreviviendo al paso del tiempo.

Por otro lado, nuestro corto de animación ‘La dama y la muerte’ no vio recompensado los esfuerzos de Banderas por conseguir la estatuilla dorada y fue finalmente ‘Logorama’ quien con su inteligente crítica a las marcas de consumo encerró el premio en una caja fuerte. Justa victoria de un trabajo divertido e inteligente de mejor factura que el español.


25 de enero de 2010

"Generation Kill": la invasión de Irak vista desde dentro


Hablábamos en el anterior post sobre el buen estado de las series (sobre todo norteamericanas) y del gran trabajo de la HBO por llevar a los espectadores un producto competente y de calidad. En su esfuerzo por seguir ofreciendo series de gran nivel, aceptaron la idea de David Simon y Ed Burns de realizar una historia sobre los primeros días de invasión en Irak (los más crudos, sangrientos y difíciles) desde el punto de vista de las tropas norteamericanas.

"Generation Kill" es una miniserie de 7 capítulos basada en un famoso libro de Evan Wright (excombatiente en Irak en marzo de 2003), escrita por los creadores de "The Wire" (David Simon y Ed Burns) y dirigida por Susanna White ("Bleak House").

Las tropas protagonistas de la historia son un grupo especial de reconocimiento de los marines, los conocidos como First Recon: los hombres más preparados, sanguinarios y fuertes de todo el ejército. Dentro de este grupo, multitud de personajes: los fríos, los insensibles, los mexicanos, los de raza negra, los racistas, los patrióticos, los sanguinarios, los estúpidos, los realistas... Una amalgama de perfiles que además de reflejar en sus diálogos las entrañas del ejército, muestran a su vez la realidad social de los EEUU. Junto a ellos, un periodista de la revista Rolling Stone, que se encargará de ser el punto de vista externo del ejército dentro de la guerra.

La serie, al igual que sucedía con "The Wire", tiene como principal arma narrativa el realismo, la cercanía. Ya no sólo con la manera de rodar, sino con los diálogos: cargados de insultos, jergas, manías, crudeza, referencias al gobierno... etc. Y es este uno de sus principales bastiones, el espectador cree estar viendo un ejército y una guerra real. La minuciosidad con la que Simon y Burns han trabajado para hacer estos siete capítulos es extraordinaria.


Con el fin de reforzar dicho realismo, la fotografía ayuda de manera notable: los colores azules del cielo que contrastan con la arena del desierto, la oscuridad de la noche, las bombas que sobrevuelan las ciudades, la sangre... Y los soldados, magníficamente interpretados por todos y cada uno de los actores, de los que yo personalmente me quedo con uno: Ray, interpretado por James Ransone, que ya impresionó al mundo con su magnífica interpretación de Ziggy en la 2ª temporada de "The Wire".

Como es lógico, no se puede dejar de meter el dedo en la llaga en un asunto tan polémico, de hecho no lo sacan en toda la serie. Cada una de sus partes es una crítica feroz a la estructura militar, a la cadena de mando, a las instrucciones erróneas, al asesinato injustificado de civiles, al uso de la fuerza, al poder de las armas... y en definitiva, a la entrada de los EEUU en Irak, con una pregunta clave como telón de fondo: ¿Está mejor Irak ahora de lo que lo estaba entonces?

Así que como podéis imaginar, no es esta una miniserie de intriga con giros dramáticos y finales inesperados. Es más bien una especie de filme-documental que intenta mostrar, como no se había hecho antes, la crudeza de los primeros días de invasión en Irak, la caída de Saddam Hussein, la lucha armada y la entrada en Bagdad. Todo ello desde la perspectiva, y no por ello menos crítica, de las tropas estadounidenses. Muy recomendable.

22 de enero de 2010

'Avatar' no es el futuro


Dicen que el futuro del cine está en el 3D, y puede que lleven razón. Que realmente el cine haya dado un paso más en su lógica evolución que exigen los tiempos. Si quiere sobrevivir, tiene que innovar. Y si quiere zafarse de la piratería, tiene que ofrecer un producto único e irrepetible. Tiene que encontrar la manera de diferenciarse del resto de ofertas que pululan por ahí para poder ofrecer algo que no podamos obtener en otros lugares.

Por eso digo que el cine hace bien en descubrir otras vías y en explorar nuevas posibilidades. Así como en su momento el cine tuvo que introducir música, diálogos, color o efectos especiales, ahora parece ser el turno de dar el salto a esas nuevas experiencias.

Imagino al hombre que por primera vez vio una película en la que los personajes hablaban, las ropas eran de colores o los protagonistas luchaban con espadas láser. “¿Qué demonios es esto?”, se preguntarían. Porque ni la primera película en color fue buena (‘La feria de las vanidades’), ni la primera que introdujo el sonido pasará a la historia por su narración (‘El cantante de jazz’). No eran buenas películas, simplemente introdujeron cambios novedosos, pero no fueron buenas películas.

Ayer vi ‘Avatar’, la nueva película de James Cameron, y probablemente me sentí como aquellas personas que después de ver una película de Chaplin se enfrentaron a un tostón de filme en el que los personajes hablaban, pero donde la trama era una auténtica patraña.

‘Avatar’ es algo parecido. Se le reconoce el mérito de la técnica y de la innovación. Supone un punto y aparte o, digámoslo así, una primera piedra de toque. Es un espectáculo visual que despierta los sentidos, es un mundo lleno de colorido, animales y seres realmente extraordinarios. Comprobar la profundidad de los elementos y cómo estos interactúan entre sí es una experiencia realmente impresionante.

Pero esa sorpresa no dura más de 30 minutos. Lo que va entre ponerse las gafas, sacarse una foto para enseñársela a los amigos, mirar a la pantalla, comentarle algo a la persona que te acompaña y descubrir cómo los gadgets de los personajes parecen salirse de la pantalla.

Pero como digo, la sorpresa dura tan sólo 30 minutos. Después vienen las reglas del cine, la justicia cinematográfica. Y en ese juzgado, las películas son condenadas por sus historias y no por su apariencia. Y en ese juicio ‘Avatar’ no tiene nada que hacer, así como un asesino no puede salvarse de la decisión de un tribunal por muy limpio y planchado que lleve su traje.

‘Avatar’ tiene una historia completamente predecible. Desde su planteamiento inicial, la película no sorprende al espectador y se pierde en clichés del cine comercial. Es decir, malos muy malos, buenos muy buenos, un mundo al que salvar, una batalla final, una pareja, amor, ecología barata… y tiros, muchos tiros, naves y robots de los que ya empezamos a cansarnos una vez que superamos la trilogía de ‘Matrix’.

Sin embargo, que ‘Avatar’ no sea una buena película no quiere decir que el 3D esté necesariamente condenado al fracaso. Al contrario, el 3D puede abrir nuevas y diferentes posibilidades de exploración cinematográficas. Pero si quiere triunfar, deberá recordar que en la memoria únicamente perduran las historias inolvidables. Los parques de atracciones como Disneyland no existirían de no ser por ‘Aladín’, ‘El Rey León’, y demás historias inolvidables.


PD: Es insultante que esta película se haya llevado el Globo de Oro a mejor filme y director. Veremos qué pasa en los Oscar.