Ayer por la noche emitieron en televisión una comedia que ya me decepcionó en el cine en su momento pero, no obstante, ayer decidí darle una segunda oportunidad: Matador, protagonizada por Pierce Brosnan (valorado agente 007) y dirigida por Richard Shepard (que quizá conozcan por La sombra del cazador).
La recordaba insípida, con lagunas argumentales y un penoso final. Y así fue que mis recuerdos no me engañaron: el filme promete a un Brosnan muy diferente al elegante agente Bond, y eso lo consigue. Su personaje, Julian Noble, es un asesino a sueldo de extensa carrera que trabaja solo, y que busca remedio a su soledad en el alcohol y las prostitutas. Pero además, los años no pasan en balde para nadie, y menos para un "facilitador de muertes" (como se hace llamar), cuyo trabajo es incluso más difícil que su carácter y que le debilita en los momentos más inoportunos.
Noble conoce a Danny Wright en Ciudad de México, en medio de una nueva misión. Danny (Greg Kinnear, nominado al Oscar por Mejor... imposible) es el típico hombre de negocios que está todo el día de un lado para otro, pero las cosas no le van tan bien como para poder presumir de su trabajo.
Julian Noble, un asesino solitario y solo, se encuentra con Danny, un viajante simpático que parece ver en su nuevo y violento amigo una vía de escape a su difícil situación económica.
Aunque esta pequeña sinopsis parezca muy prometedora, la historia resulta finalmente aburrida: le falta acción y suspense, momentos altos y bajos... El tono de la cinta es tan monótono que llega a dormir. El problema vital de Julian Noble no engancha lo suficiente, aunque la interpretación de Brosnan sea destacable: recibió la nominación al Globo de Oro al Mejor Actor de comedia o musical. Pero además, Shepard incluye saltos argumentales que, si en un primer momento pueden resultar atractivos, no serán bien resueltos por el realizador conforme avance la película.
A su favor, tiene una fotografía bastante conseguida, que embellece la obra en su conjunto, pero que no agradará a aquellos que condenen las corridas de toros.
Desde mi punto de vista, Matador sólo es recomendable para los fans acérrimos de Brosnan (que estén dispuestos a verlo en el papel de un individuo diametralmente opuesto al agente 007).
Noble conoce a Danny Wright en Ciudad de México, en medio de una nueva misión. Danny (Greg Kinnear, nominado al Oscar por Mejor... imposible) es el típico hombre de negocios que está todo el día de un lado para otro, pero las cosas no le van tan bien como para poder presumir de su trabajo.
Julian Noble, un asesino solitario y solo, se encuentra con Danny, un viajante simpático que parece ver en su nuevo y violento amigo una vía de escape a su difícil situación económica.
Aunque esta pequeña sinopsis parezca muy prometedora, la historia resulta finalmente aburrida: le falta acción y suspense, momentos altos y bajos... El tono de la cinta es tan monótono que llega a dormir. El problema vital de Julian Noble no engancha lo suficiente, aunque la interpretación de Brosnan sea destacable: recibió la nominación al Globo de Oro al Mejor Actor de comedia o musical. Pero además, Shepard incluye saltos argumentales que, si en un primer momento pueden resultar atractivos, no serán bien resueltos por el realizador conforme avance la película.
A su favor, tiene una fotografía bastante conseguida, que embellece la obra en su conjunto, pero que no agradará a aquellos que condenen las corridas de toros.
Desde mi punto de vista, Matador sólo es recomendable para los fans acérrimos de Brosnan (que estén dispuestos a verlo en el papel de un individuo diametralmente opuesto al agente 007).
1 comentario:
Anda que vaya películas que ves, sólo por el título parecía una de manolete.
Que bueno que estéis de vuelta
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