La Academia se jugaba ayer el prestigio perdido en las últimas ediciones. El Globo de Oro a mejor película y dirección concedido a ‘Avatar’ sentaba un peligroso precedente: premiar el exitazo de taquilla antes que las buenas historias. Tampoco quedaban muchas más alternativas: ‘Avatar’, ‘En tierra hostil’ o ‘Malditos Bastardos’. Quinielas en las que no entraban otros nominados como ‘Un tipo serio’ o ‘Up’, historias mejores construidas que intentaban ir un poco más allá.
James Cameron salió derrotado y, bajo el brazo, tres Oscar a mejor fotografía, efectos visuales, dirección artística y un talón de 2.200 millones de dólares recaudados en taquilla anteriores a la ceremonia. Extraordinario premio para la supervivencia de unas productoras que ven con buenos ojos la idea de que ‘Avatar’ sea una trilogía. Pero a buen seguro que a Cameron no le gustó mucho no ver a su película entre las grandes triunfadoras de la noche. Si esperaba algo parecido a lo que sucedió con ‘Titanic’ y sus once Oscar, se equivocaba. ‘Titanic’ relataba una gran historia, ‘Avatar’ no.
El vacío de poder dejado por Cameron lo aprovechó Kathryn Bigelow con su interesante película ‘En tierra hostil’, que se alzó con la estatuilla dorada de mejor película, director y guión. Un filme vibrante y sanguíneo que explora los recursos de la tensión narrativa audiovisual. A destacar, el estremecedor monólogo del artificiero protagonista y su hijo y la sugestiva sonrisa final al son de las guitarras eléctricas. Una sonrisa macabra difícilmente empática que deja en el aire el verdadero mensaje de la directora.
En el apartado de mejores interpretaciones, el actor de rostro desértico y arenoso que estremece en ‘Corazón rebelde’, Jeff Bridges (alias Lebowski), se subió al escenario para recoger el premio a mejor actuación masculina con el mismo atrevimiento que su cantante country de bolera fracasado.
En la sección de actores secundarios,Christopher Waltz se llevó la estatuilla más merecida de la noche. Su interpretación del comandante nazi en la película de Tarantino, ‘Malditos bastardos’, ha quedado ya marcada para la historia. La educada falsedad de su personaje y la maldad contenida que desprenden todos sus gestos es una lección magistral de cine en cada escena. En el apartado femenino, tampoco hubo muchas sorpresas. Nuestra querida Pé se vio sin premio debido a la gran actuación de Mo’Nique en ‘Precious’.
Como mejor película extranjera, ‘El secreto de sus ojos’ completó el pastel de premios, crítica y taquilla cosechado hasta la fecha con el broche del Goya y la guinda del Oscar. Un Oscar que premia a una de esas películas que producen la agradable sensación de haber visto puro cine y que todo el mundo recomienda sobreviviendo al paso del tiempo.
Por otro lado, nuestro corto de animación ‘La dama y la muerte’ no vio recompensado los esfuerzos de Banderas por conseguir la estatuilla dorada y fue finalmente ‘Logorama’ quien con su inteligente crítica a las marcas de consumo encerró el premio en una caja fuerte. Justa victoria de un trabajo divertido e inteligente de mejor factura que el español.